Agradecimiento a mi Maestro Claudio Naranjo
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Recientemente ha fallecido Claudio Naranjo, uno de los últimos maestros vivientes de nuestro tiempo.
Quién fue Claudio Naranjo para mí:
Tuve la suerte de tenerlo como mi maestro raíz. También de haber sido guiado por él durante más de 25 años. Claudio ha sido la persona más influyente en mi vida y a la que le debo todo lo que soy.
Como él comentaba es importante tener a alguien más experimentado que nos oriente sobre lo más adecuado en cada momento, especialmente en el ámbito espiritual. El camino es un proceso individual bajo la guía del maestro.
Cómo marcó mi vida:
En este sentido, Claudio es una referencia peculiar: tenía la gran habilidad de darme en cada momento lo mejor para mí, que casi nunca coincidía con lo que yo esperaba, me apetecía o gustaba. Frecuentemente, era incluso doloroso en el sentido egoico. En este sentido, era especialmente hábil en el manejo de la confrontación y el apoyo, aspectos esenciales de la terapia Gestalt y que, como discípulos suyos, aplicamos en nuestra escuela.
Búsqueda del equilibrio:
Este hacer camino, ya sea espiritual, terapéutico o de autoconocimiento, con ayuda de alguien, no es incompatible con una confianza en lo espontáneo, en lo dionisíaco, otro aspecto que el propio Claudio defendía. Si se tiene mente de buscador hay que saber escucharse pero también escuchar a alguien de afuera. El equilibrio entre esa confianza en el maestro y la espontaneidad a nuestra esencia se va adquiriendo a lo largo del camino. Pues, finalmente el guía último es nuestra propia naturaleza de la mente, y el maestro físico humano es como el interruptor que nos conduce a conectarnos con nuestra propia esencia.
La huella de Claudio en mí:
Además de referencia espiritual, Claudio también ha sido para mí un referente terapéutico. Su manera de mostrarse desde la honestidad, la transparencia y la confianza en la autorregulación organísmica ha marcado mi hacer como terapeuta individual, de grupos y como formador. Y, como escuela, nos sentimos descendientes de ese estilo tan sumamente humano que tenia de relacionarse con los demás, sea cual fuere el tipo de relación.
Hemos tenido la suerte en esta era de haber tenido un gran maestro visible para tantas y tantas personas a las que nos ha beneficiado. Muchas gracias Claudio por existir y por estar ahí.
Enrique Villatoro
Drala Gestalt Institut