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Ciclo de las necesidades

El ciclo de las necesidades

El ciclo de necesidades en Terapia Gestalt

El ciclo de las necesidades es aquel que nos ayuda a poner atención a cómo satisfacemos o no las necesidades que van sucediendo a lo largo del día. Son muchas las necesidades que van apareciendo, algunas de forma consciente y otras de forma inconsciente y no todas nos son sencillas de satisfacer. Existe un abanico de mecanismos neuróticos que se ponen en marcha en según qué situaciones dependiendo de nuestra historia personal.

En terapia Gestalt ser consciente de este ciclo de las necesidades es una herramienta que permite el autoconocimiento y, por tanto, la posibilidad de gestionarlas atendiendo las particularidades de cada individuo, quien en definitiva busca ese estado de equilibrio que satisfacer sus necesidades le facilitará.

Algunas de estas necesidades las resolvemos de manera mecánica, no todas son complicadas. Estas son aquellas que satisfacemos sin necesidad de raciocinio o consciencia, porque tenemos su resolución muy integrada y no nos suponen ningún problema. Suelen ser, por ejemplo, ir al baño o comer cuando se tiene hambre. Sin embargo, con algunas necesidades puede que aparezcan posibles bloqueos, interrupciones o impedimentos. Conocer el ciclo de las necesidades según la terapia Gestalt, nos puede ayudar a identificar con qué necesidades nos atascamos o en qué momento del ciclo nos quedamos frenados.

Ciclo de las necesidades

Las fases del ciclo de las necesidades

 

El ciclo de las necesidades en terapia Gestalt se divide en 6 fases que pueden verse interrumpidas consciente o inconscientemente. Ser capaces de completar el ciclo de nuestras necesidades puede evitar situaciones que puedan generar un desequilibrio en la persona y sus relaciones; evitando así, desde discusiones hasta la posible desensibilización de algo que es importante para nosotros.

Se puede decir que una Gestalt está satisfecha cuando satisfacemos nuestra necesidad y volvemos al punto de equilibrio o reposo.

Fase 1: Sensación

La necesidad encuentra la forma de manifestarse en nuestro cuerpo y nos avisa de su existencia. En muchas ocasiones esta sensación se atiende de forma automática pues esa necesidad no supone ningún problema ni ninguna contrariedad para el individuo. Sin embargo, en otras ocasiones, la manifestación corporal de la necesidad pasa desapercibida.

En el caso del enamoramiento podríamos sentir lo que llaman mariposas en el estómago, o falta de hambre, una sonrisa permanente. El cuerpo nos avisa. En cambio con el estrés puede que aparezca como tensión muscular.

Fase 2: Consciencia

En este momento nos damos cuenta, las sensaciones físicas cobran sentido y somos capaces de identificar el objeto que las provoca. Tal vez tengamos a una persona muy presente como objeto de deseo en el enamoramiento o nos demos cuenta de que la tensión en la espalda sucede al hablar de trabajo.

Fase 3: Energetización

En esta fase recopilamos el coraje y decidimos emprender acción, aunque aún no lo hacemos. Es ese momento en el que nos motivamos, pensamos e ideamos cuál va a ser el siguiente paso. ¿Tal vez decidamos pedirle una cita a esa persona? O tal vez decidimos llamarla por teléfono.

En el trabajo tal vez nos planteemos dejarlo, o si no es necesario, decidimos hablar con nuestro superior y exponerle el tema que nos preocupa.

Fase 4: Acción

¡Nos movilizamos! Accionamos nuestra idea y descolgamos el teléfono y marcamos el número. Le comunicamos a nuestro jefe que necesitamos tener una conversación, o nos ponemos a mirar ofertas de trabajo.

Fase 5: Contacto

El contacto llega en el momento en el que la acción satisface la necesidad. En este punto es importante comprender que no toda acción nos hace entrar en contacto con la resolución de la necesidad. El resultado del contacto es el cambio.

En el enamoramiento podría tratarse de escuchar la voz de la persona amada, estar en la cita satisface nuestra necesidad de contacto íntimo con la persona. Si hablamos de la necesidad de solventar un problema laboral sería, por ejemplo, tener la reunión con el jefe y encontrar la solución a tu problema.

Fase 6: Reposo

Una vez satisfecha la necesidad es importante emprender la retirada y dar el ciclo por finalizado permitiendo así el descanso para poder afrontar la nueva necesidad.

El reposo conforma el inicio y el final del ciclo. De él partimos hasta que aparece la sensación de una necesidad y con él concluimos si hemos conseguido satisfacer el ciclo. Entre el contacto y el reposo existe una fase intermedia: la realización. El momento en el que se disfruta del contacto obtenido.

Disfrutas de estar dado de la mano con esa persona especial o celebras el haber encontrado la solución a tu problema laboral.

Conclusiones

La observación de nuestras necesidades a través del ciclo de satisfacción de las necesidades según la Gestalt ofrece al individuo la posibilidad de afrontar distintas situaciones desde un grado de autoconocimiento mayor. Este conocimiento le permitirá acercarse al equilibrio placentero o a gestionar sus necesidades desde otra perspectiva que posibilite el aproximamiento a la resolución.

Contacto y Retirada